En esta temporada de fiestas, dejemos de lado los regalos caros y centrémonos en lo que realmente importa: difundir la bondad y crear milagros. Ya sea a través de pequeños actos de generosidad o simplemente devolviendo el favor a los demás, no hay mejor momento para alegrarle el día a alguien. ¿Y quién sabe? Puede que recibas un milagro a cambio.
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